Si bien el lobby en Chile no es un acto ilegal, la mayoría de las empresas e instituciones saben que es la mejor manera de acceder a los intereses que tienen como meta, a corto y largo plazo, a conseguir.
En la película “Gracias por fumar”, el lobby es el protagonista de la historia, junto con las estrategias de comunicaciones, más que el hombre encargado de hacerlas, Nick Neylor, quien dice tener el don de la palabra, por cierto, lo tiene.
Nick cuenta con sugerencias, opiniones y apoyo de un grupo de trabajo que lo respalda, quienes componen un equipo experto en comunicaciones y en crear estrategias para aumentar las ventas de los cigarrillos, además de otros objetivos.
Y es lo que precisamente consigue el lobby: un conjunto de especialistas que pretenden conseguir al menos el 70% de los objetivos que harán mejor a la empresa o institución, a través de la persuasión, influencia e incidencia en quienes tienen la decisión o el poder de hacer que, esa empresa o institución, tengan un mayor crecimiento en el mercado. Además, se espera que incrementen su posicionamiento y estén en el “Top of mind” de todas las personas.
En el caso de la película, Nick Neylor pretendía demostrar que el consumo de cigarrillos no es dañino a las personas, y que sólo se harán un mal personal (de salud), aquellos que no fueran responsables de ese consumo.
Para él y su empresa, era importante demostrar que el cigarro no es el causante de la muerte por cáncer, sino que las mismas personas irresponsables, hacen su propia muerte.
La verdad es que no debemos asombrarnos cuando vemos actos de lobby en las empresas, porque, en algún momento de nuestras vidas, inconscientemente y sin siquiera saber el concepto, hemos sido protagonistas de este acto: con padres, hermanos, amigos o profesores, de quienes esperamos conseguir un objetivo en específico para nuestro beneficio.
Pero sí los expertos y especialistas en temas de comunicaciones, deben ser capaces de no caer en las trampas que puede traer el lobby, como son los sobornos y la corrupción. Las instituciones deben ser capaces de distinguir el límite entre lo legal e ilegal.
Para ello, el país necesita de fiscalizadores extremadamente poderosos y sancionadores para que Chile no tenga que seguir anunciando casos de corrupción y sobornos, que lamentablemente, ocurren en su mayoría dentro del Gobierno y de quienes tenemos en sus manos la misión de dirigir al país.
A diferencia de Estados Unidos, en el país norteamericano el lobby está tan internalizado en la cultura, que incluso el Congreso cada tres meses publica el gasto de las distintas empresas de comunicaciones en gestiones de persuasión y lobby con el fin de que las legislaciones aprueben a favor de las instituciones.
En Europa, Bruselas se consagra como el segundo país con más especialistas en lobby, después de Washington. Este es uno de los grandes casos donde los objetivos de los lobbistas se concretó en un 100%: la creación de la Unión Europea , donde los países de ese continente pretendían generar un proceso de unificación y cooperación. Para que esto fuera posible, los pioneros de la iniciativa tuvieron que incidir e influir en los otros Estados para que formaran parte de los beneficios y ayuda mutua de los serian parte.
Es de tal magnitud la importancia de las agencias de lobby que el Parlamento Europeo estableció un registro de estos especialistas, que cuenta actualmente con 4435 inscritos, para hacer el trabajo de forma profesional. Cada vez que se presentan a hacer sus gestiones, deben identificarse con la tarjeta de acreditación.
Por mi percepción, el lobby en Chile sigue siendo un tema semi tabú, y creo que lo seguirá siendo si es que no se tramita una ley que permita, fiscalice y sancione estas gestiones, precisamente para que no se caiga en el marco ilegal de esta acción, ni mucho menos en el tráfico de influencias.
Siempre me han dicho y he escuchado que las buenas ideas hay que copiarlas, o por lo menos imitarlas en su mayoría. Entonces Chile debería ser capaz de preocuparse de esas personas que han decidido estudiar Relaciones Públicas o Periodismo para dedicarse a esta área. Además porque es un bien que las empresas e instituciones necesitan.